Los requisitos exigidos a las superficies de acero inoxidable son muy distintos según el campo de aplicación: las superficies visibles suelen satinarse y a menudo los depósitos se pulen hasta el brillo especular. Las superficies precisan un tratamiento distinto a los tubos o perfiles, del mismo modo que para esquinas y cantos se ofrecen máquinas y herramientas de desbaste especiales. Los pasos de trabajo correctos en combinación con herramientas adaptadas de forma óptima a la aplicación permiten obtener el resultado deseado rápidamente y con eficacia.
En la práctica, en las superficies de acero inoxidable los arañazos, p. ej. debidos al transporte, al uso o al procesamiento, apenas pueden evitarse. Antes del satinado es imprescindible eliminar estos arañazos. Con algunos consejos de FEIN se obtendrá un acabado satinado perfecto.
En el primer paso, se eliminan puntualmente los arañazos muy profundos. Esto se logra con una amoladora angular con reducción de la velocidad con una hoja de lija con velcro (grano 80). Los platos abrasivos de refrigeración especiales permiten una baja generación de calor. Las marcas de rotación que se generan con ello se lijan posteriormente con una hoja de lija Pyramix especial (grano 280/400). Estos discos de motas tienen una estructura piramidal y logran valores de profundidad de rugosidad muy buenos y al mismo tiempo un elevado rendimiento. Para evitar reflejos es importante utilizar platos de lijado elásticos. Estos «distorsionan» el acabado y crean pasos blandos. A menudo, las chapas finas ya reaccionan con una baja generación de calor y se abren. En este caso resulta conveniente una velocidad baja de como máximo 4200 rpm y una presión de apriete baja. Además, una placa de cobre o aluminio colocada debajo evita la formación de calor y daños debidos al calor.
Una vez se han eliminado los arañazos, con una amoladora pulidora en tres pasos se consigue un acabado satinado perfecto: para un acabado satinado sin rebabas es recomendable utilizar un cilindro de lijado elástico de poliuretano. Se empieza con el grano 60 y después se refina con el grano 180. Para que la chapa no se caliente demasiado, debería trabajarse con como máximo 900 rpm. Finalmente, para un acabado final perfecto resulta útil un cilindro de lijar de velo con disposición sinusoidal. Los cilindros de lijar de velo de 50 milímetros de ancho son muy adecuados para el trabajo en tubos y perfiles.
Nota:
el mejor rendimiento de desbaste con hojas de lija Pyramix se logra con un ángulo de inclinación de 15 grados respecto a la superficie. De este modo, el borde de la hoja de lija se desgasta del modo más rápido. Por este motivo, las hojas de lija Pyramix de FEIN de 115 milímetros de diámetro están perforadas. Tras el uso, el borde puede separarse fácilmente y seguir utilizándose las hojas de lija en un plato abrasivo de refrigeración de 75 milímetros.
Lijado puntual de arañazos en el proceso de rotación con una amoladora angular regulable.
Fácil separación del borde gastado de la hoja de lija.
La zona interior se adapta a un plato de lijado de 75 milímetros.
Acabado satinado con la amoladora pulidora.